Fiel a un legado

P. Juan Flores sdb (rector del ISPEDIBSHA)

Muchos de nosotros no hemos tenido la oportunidad de conocer la vida y obra de Don Rúa. Gracias a la iniciativa de la Congregación Salesiana y en especial de nuestra Inspectoría del Ecuador muchos jóvenes han conocido en breves matices la vida, vocación y santidad del Primer Sucesor de Don Bosco.

La Vida de Don Rúa queda impregnada de la fragancia de la santidad juvenil que mana de su predecesor. Desde el mismo instante que mira Don Bosco a Miguelìn recibe un legado extraordinario ”todo a medias” que tiempo después se traducirá en la vocación del “espejo viviente de Don Bosco”. Por la historia conocemos que Miguel Rúa será la regla viviente, en él se encarnará el Sistema Preventivo, el amor y la fidelidad al Evangelio, pero en especial su vocación por los jóvenes centro de la vocación de cada salesiano. Su vida se traduce también en el servicio a la Iglesia Universal y la obediencia al Papa.

Ver a Don Bosco en Miguel Rúa nos transporta a decir que si es posible el modelo de santidad juvenil, que se puede continuar una obra que nació en el sueño de los nueve años. Hoy como salesianos, hijos de un soñador estamos llamados a ser reglas vivientes de un amor que no conoce fronteras porque somos del Señor

Don Bosco y Don Rúa nos enseñan con su vida y ejemplo que las Alianzas por la educación de los jóvenes en clave del Evangelio y el Currículo es posible. Animados por esta experiencia de conocer a Don Rúa sigamos sus pasos para ser seguidores de Jesús con un corazón oratoriano.